LOS PARTIDOS YA NO NECESITAN DISCURSOS: ES HORA DE PASAR AL ORDEN Y A LA DISCIPLINA CON GERENCIA POLÍTICA


Por Manuel Brito Periodista de hoy
Jueves 13 de noviembre del 2025
La disciplina y el orden son fundamentales para el funcionamiento efectivo de un partido político. Un partido político que carece de disciplina y orden puede ser ineficaz y no lograr sus objetivos.
La disciplina partidaria se refiere a la capacidad de un partido para mantener la unidad y la cohesión entre sus miembros, y para trabajar juntos hacia un objetivo común. La disciplina partidaria es importante porque permite a un partido:
- Presentar un frente unido: Un partido disciplinado puede presentar un frente unido ante el electorado, lo que puede aumentar su credibilidad y atractivo.
- Tomar decisiones efectivas: Un partido disciplinado puede tomar decisiones efectivas y rápidas, lo que puede ser crucial en situaciones de crisis o de oportunidad.
- Implementar políticas: Un partido disciplinado puede implementar sus políticas y programas de manera efectiva, lo que puede mejorar la vida de los ciudadanos.
- Mantener la estabilidad: Un partido disciplinado puede mantener la estabilidad política y social, lo que es esencial para el desarrollo económico y social de un país.
Sin embargo, es importante destacar que la disciplina partidaria no debe ser confundida con la obediencia ciega o la falta de debate y discusión interna. Un partido político debe ser un espacio de debate y discusión, donde los miembros puedan expresar sus opiniones y contribuir a la toma de decisiones.
En cuanto al orden, se refiere a la capacidad de un partido para organizarse y gestionar sus recursos de manera efectiva. Un partido ordenado puede:
- Gestionar sus recursos: Un partido ordenado puede gestionar sus recursos financieros y humanos de manera efectiva, lo que puede permitirle implementar sus políticas y programas.
- Planificar a largo plazo: Un partido ordenado puede planificar a largo plazo, lo que puede permitirle desarrollar estrategias y políticas efectivas.
- Evaluar su desempeño: Un partido ordenado puede evaluar su desempeño y hacer ajustes necesarios, lo que puede permitirle mejorar su eficacia y eficiencia.
En resumen, la disciplina y el orden son fundamentales para el funcionamiento efectivo de un partido político. Un partido que carece de disciplina y orden puede ser ineficaz y no lograr sus objetivos.



